UNIDAD 5: PRÁCTICAS MÉDICAS POPULARES. AUTOATENCIÓN Y AUTOMEDICACIÓN.
Uc Pérez Manuel Alejandro 11-13392
ACTIVIDAD 2: Comentarios de las lecturas:
LECTURA 1: Estilo
de vida y salud: Un problema socioeducativo, antecedentes.
Desde
que entramos a la universidad nuestros profesores nos dicen que la profilaxis
siempre será mejor que la terapéutica y que para lograr la primera, el componente más
importante es un estilo de vida saludable. Desde antaño fue reconocido por Galeno
y otros médicos que un estilo de vida saludable era la forma más efectiva para
mantener en armonía y equilibrio el proceso salud-enfermedad. Actualmente se
habla de muchos factores como sociales, culturales, educativos, económicos y
más que modelan conductas y hábitos en las personas. Conductas y hábitos que definen
y se asocian con un estilo de vida el cual tiene la capacidad de determinar en
gran medida la salud.
Bajo
esta idea es que se han hecho diversos estudios que intentan explicar en qué
medida un estilo de vida puede ser perjudicial o favorable para la salud. Un estilo de vida está compuesto
por conductas y hábitos. Dependiendo de cuáles y de cómo sean estos últimos
(buenos y/o malos), se puede tener un estilo de vida saludable, uno tal vez no
tan saludable y otro enfermizo o no saludable. Sin embargo, los estilos de vida
tienen una gran complejidad debido a que existen una inmensa cantidad de
hábitos y conductas diferentes que pueden conformarlos. De ahí que una sola investigación
no pueda abarcar por completo a todos ellos y se tengan que hacer artículos de
revisión como este, en los cuales se ofrece una visión desde diferentes
perspectivas acerca de cómo las diversas conductas y hábitos que determinan un estilo de vida, se pueden relacionar con la
salud.
Es un poco complicado establecer con
exactitud los criterios y parámetros cuantitativos
exactos, que se necesitan para que un estilo de vida pueda considerarse como saludable.
Sin embargo, entendemos que algunos hábitos y conductas que pueden considerarse
como parte de este estilo de vida son el hacer ejercicio (no sedentarismo), no
fumar, comer frutas y verduras diariamente y tomar alcohol sólo en forma
moderada, por mencionar algunos. De esta manera, una investigación encontró que
las personas que tienen un estilo de vida saludable, pueden aumentar su longevidad en 14 años en comparación con las
personas que no lo tienen. En donde el cambio en el estilo de vida con mayores
beneficios fue el de dejar de fumar.
Algo que me resultó triste es que a pesar
de que los profesionales de la salud tienen conocimiento acerca de los efectos
positivos que ofrece a la salud un estilo de vida saludable, hay estudios que
indican que sólo una mísera cantidad de ellos tiene tal estilo de vida. Esto es
preocupante. Un líder tiene que dar el ejemplo ¿de qué manera pretendemos
fomentar en los pacientes un estilo de vida que no poseemos y la profilaxis?
Algunos factores, por ejemplo, el
nivel socioeconómico y el educativo, pueden modelar las conductas y hábitos que
moldean el estilo de vida. El nivel educativo pareciera asociarse únicamente de
manera positiva con la salud, sin embargo, resulta interesante que un estudio encontró
que las mujeres con estudios, tienden a desarrollar hábito de fumar en
comparación con las mujeres que no tienen estudios. Esto se debe a diversos
factores como socialización con y/o imitación al sexo masculino.
La importancia de fomentar estilos de
vida saludables en los pacientes por parte de los profesionales de la salud
radica, en que pequeños cambios en el estilo de vida, como el simple hecho de
salir a caminar 30 minutos al día, pueden marcar una gran diferencia para la
salud de la persona.
LECTURA 2: Patrones de autoatención y automedicación entre la población estudiantil
universitaria de la ciudad de Puebla. Enrique
Soto Pérez de Celis. Yolanda Roa Nava.
Este tipo de investigaciones son en verdad vitales ya que permiten
conocer una gran y muy importante cantidad de información acerca de cómo se
comporta la gente cuando el proceso salud-enfermedad se desequilibra, cuáles
son los fármacos que son consumidos con mayor frecuencia y cuáles son los patrones
y modelos que regulan el actuar de los individuos. Este tema de la autoatención
y automedicación es interesante. Creo que todas las personas, ya sea por el
simple hecho de tomar un naproxeno o una aspirina para una cefalea, se han
automedicado por lo menos una vez en su vida.
La autoatención no sería
tan preocupante si la gente tuviera una cultura de automedicación responsable en
la cual, saben seleccionar el fármaco
más adecuado a su patología, conocen los efectos adversos del mismo y tienen, o
se les proporciona información, sobre la posología correcta. Sin embargo, es muy
difícil que esto ocurra, ya sean desde personas con profesión hasta con oficio;
de adultos de la tercera edad hasta adultos jóvenes. Casi ninguno tiene
información o no sabe cuáles son los requisitos que se deben reunir para llevar
a cabo una automedicación responsable. Este desconocimiento los empuja hacia
una automedicación basada en recomendaciones y/u opiniones de familiares,
amigos, conocidos, etc.
El problema no es sólo
del individuo enfermo. Como una sociedad en la cual nadie está aislado, son
muchos los factores que impulsan o empeoran la automedicación. Las farmacias,
por ejemplo, venden medicamentos que no necesitan recetas como si fuesen dulces
y no indican al paciente la posología y
efectos adversos del fármaco. Los medios de comunicación también juegan un
papel importante. Son muchos los comerciales de fármacos que se anuncian en la
tv que si bien, anuncian la efectividad un fármaco y a veces su posología,
mayormente omiten apropósito mencionar los posibles efectos adversos. Y bueno, la
misma familia o amigos que son los que dan las recomendaciones farmacológicas
impulsando así de alguna manera esta acción. Esto de muestra que la automedicación
y la autoatención, al igual que el proceso salud-enfermedad, son fenómenos
sociales y culturales que duran toda la vida.
En verdad es lamentable
el hecho de que la automedicación y la autoatención sean las primeras
respuestas por parte del individuo enfermo para tratar su padecimiento en
nuestro país y a nivel mundial. Sólo en este estudio, el 96% de los encuestados
aceptó haber consumido alguna vez medicamentos sin recomendación médica. Esto no
sólo dificulta la labor del médico al atenuar o esconder algunos síntomas de la
patología cuando el paciente, vencido, decide ir a consulta. Algunas veces los
pacientes sufren sobredosis que pueden los pueden llevar a la muerte. Afortunadamente
en México desde el 2010 las farmacias del país ya no pueden vender antibióticos sin la
presencia física de una recta médica. Esto debido al grave problema de salud pública en que
se ha convertido la autoprescripción de antibióticos. El riesgo de no
tomar el antibiótico adecuadamente,
representaba un serio problema de desarrollo de resistencia de algunas
cepas bacterianas. Fármacos cómo la
aspirina que son de uso común se toman indiscriminadamente sin saber, la mayoría
de los veces, las secuelas o efectos acumulativos de su administración excesiva.
Los autores del estudio
mencionaban que era esperanzador saber que la mayoría de los jóvenes
consideraran a la automedicación como un fenómeno nocivo para la salud, ya que
eso puede facilitar la penetración de campañas educativas sobre este tema y
ofrecer una solución para el futuro.
LECTURA 3: Aparato
médico-sanitario y las actividades de autoatención.
La automedicación, una
práctica de la autoatención, constituye en realidad el primer nivel de atención
de todo el sistema de salud. No sólo en México, sino que también en muchos
países del mundo. Existe mucha controversia respecto a este tema. Algunos
médicos consideran que es una mala práctica debido a que la mayoría de los
pacientes no tienen ni siquiera una idea de los efectos adversos que puede
provocar la administración de fármacos. Además de que el individuo enfermo a
menudo, tampoco conoce las contra indicaciones del fármaco ni su posología, razón por la cual ha habido casos
de sobredosis.
Ahora veamos el panorama de atención
médica; primero que nada el individuo sufre un desequilibrio del proceso salud-
enfermedad, a continuación, tiene que decidir que hacer para lo cual tiene
algunas opciones: Puede no hacer nada y
confiar en que la molestia desaparecerá en el transcurso del día; también puede escoger autorecetarse y
autoadministrarse un fármaco para lo cual es común que pida algún consejo a su
red familiar y social inmediata (esta es la opción más común); o en última
instancia (o si las 2 opciones pasadas
no dieron buenos resultados) puede decidir recibir atención médica adecuada con
profesionales. Supongamos que escoge esta última opción. Ahora, no toda la
gente puede darse el lujo de pagar una consulta en el sector privado, la
mayoría de la población tiene que atenderse en el sector público. Esto conlleva
muchos problemas para las personas; para comenzar, tienen que llegar temprano
al hospital para poder alcanzar ficha, luego entonces, si lograron este primer
paso, tendrán que perseverar para
soportar los tan prolongados tiempos de espera que son comunes. Todo este
proceso conlleva horas, las cuales muchos no tienen el lujo de perder. Además,
todavía están aquellos que no tienen servicios de atención médica cerca. A lo
que voy, existen razones de muy diversos tipos por las cuales la gente no puede
acudir a los centros de atención médica. También se tiene que tener en cuenta que, si
cada vez que una persona se enfermara no se automedicara y fuera siempre al
hospital, la demanda hacia estos últimos sería mucho mayor, cuando hay
problemas que no requieren necesariamente la atención de un médico. Recordemos que
el cuerpo se cura sólo, algunas afecciones son transitorias y los profesionales
de la salud únicamente somos facilitadores.
Sin duda la autoatención es una
necesidad de la sociedad y es una práctica que nunca será erradicada. La población
siempre acudirá a la autoatención para dar una solución inmediata y provisoria
o definitiva a las afecciones de la vida cotidiana que interfieren con sus
actividades normales como el ser social que es. La solución a los problemas que
conlleva su mala praxis sería, entonces, buscar maneras de educar a la población
con el propósito de enseñarles a llevar una correcta práctica de automedicación
en la cual, conocen los posibles efectos adversos del fármaco a administrar así
como su posología correcta y contraindicaciones.
Al
igual que el proceso salud-enfermedad, la automedicación es una práctica dinámica,
está en continuo cambio y nunca se mantiene estática. Esto es debido a los conocimientos
y el saber que va adquiriendo el individuo así como también a la experiencia de la población en cuanto la
efectividad fármacos, la cual juzgan como buena o mala, dependiendo si los curó
o no, respectivamente. El nivel de economía también entra en la selección de
automedicación. Siendo algunas veces,
más no siempre, los fármacos más caros los que proporcionan mejores resultados.
Esto último limitaría la efectividad que la automedicación pueda ofrecer a una
persona de escasos recursos.
ACTIVIDAD 3: efectuar una búsqueda avanzada en base de datos
sobre:
- Prácticas médicas populares:
Para saber más, vete
leyendo:
http://www.who.int/mental_health/resources/en/salud%20mental%20de%20los%20refugiados_seccion_6_7.pdf
- - Medios de comunicación y automedicación:
Para saber más, vete
leyendo:
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