viernes, 28 de junio de 2013

UNIDAD 5: PRÁCTICAS MÉDICAS POPULARES. AUTOATENCIÓN Y AUTOMEDICACIÓN.

Uc Pérez Manuel Alejandro 11-13392




ACTIVIDAD 2: Comentarios de las lecturas:


LECTURA 1: Estilo de vida y salud: Un problema socioeducativo, antecedentes.

Desde que entramos a la universidad nuestros profesores nos dicen que la profilaxis siempre será mejor que la terapéutica y que para  lograr la primera, el componente más importante es un estilo de vida saludable. Desde antaño fue reconocido por Galeno y otros médicos que un estilo de vida saludable era la forma más efectiva para mantener en armonía y equilibrio el proceso salud-enfermedad. Actualmente se habla de muchos factores como sociales, culturales, educativos, económicos y más que modelan conductas y hábitos en las personas. Conductas y hábitos que definen y se asocian con un estilo de vida el cual tiene la capacidad de determinar en gran medida la salud.
          Bajo esta idea es que se han hecho diversos estudios que intentan explicar en qué medida un estilo de vida puede ser perjudicial o favorable para  la salud. Un estilo de vida está compuesto por conductas y hábitos. Dependiendo de cuáles y de cómo sean estos últimos (buenos y/o malos), se puede tener un estilo de vida saludable, uno tal vez no tan saludable y otro enfermizo o no saludable. Sin embargo, los estilos de vida tienen una gran complejidad debido a que existen una inmensa cantidad de hábitos y conductas diferentes que pueden conformarlos. De ahí que una sola investigación no pueda abarcar por completo a todos ellos y se tengan que hacer artículos de revisión como este, en los cuales se ofrece una visión desde diferentes perspectivas acerca de cómo las diversas conductas y hábitos que determinan  un estilo de vida, se pueden relacionar con la salud.
          Es un poco complicado establecer con exactitud los criterios  y parámetros cuantitativos exactos, que se necesitan para que un estilo de vida pueda considerarse como saludable. Sin embargo, entendemos que algunos hábitos y conductas que pueden considerarse como parte de este estilo de vida son el hacer ejercicio (no sedentarismo), no fumar, comer frutas y verduras diariamente y tomar alcohol sólo en forma moderada, por mencionar algunos. De esta manera, una investigación encontró que las personas que tienen un estilo de vida saludable, pueden aumentar su  longevidad en 14 años en comparación con las personas que no lo tienen. En donde el cambio en el estilo de vida con mayores beneficios fue el de dejar de fumar.
       Algo que me resultó triste es que a pesar de que los profesionales de la salud tienen conocimiento acerca de los efectos positivos que ofrece a la salud un estilo de vida saludable, hay estudios que indican que sólo una mísera cantidad de ellos tiene tal estilo de vida. Esto es preocupante. Un líder tiene que dar el ejemplo ¿de qué manera pretendemos fomentar en los pacientes un estilo de vida que no poseemos y la profilaxis?
         Algunos factores, por ejemplo, el nivel socioeconómico y el educativo, pueden modelar las conductas y hábitos que moldean el estilo de vida. El nivel educativo pareciera asociarse únicamente de manera positiva con la salud, sin embargo, resulta interesante que un estudio encontró que las mujeres con estudios, tienden a desarrollar hábito de fumar en comparación con las mujeres que no tienen estudios. Esto se debe a diversos factores como socialización con y/o imitación al sexo masculino.

        La importancia de fomentar estilos de vida saludables en los pacientes por parte de los profesionales de la salud radica, en que pequeños cambios en el estilo de vida, como el simple hecho de salir a caminar 30 minutos al día,  pueden marcar una gran diferencia para la salud de la persona. 





LECTURA 2: Patrones de autoatención y automedicación entre la población estudiantil  universitaria de la ciudad de Puebla. Enrique Soto Pérez de Celis. Yolanda Roa Nava.

Este tipo de investigaciones son en verdad vitales ya que permiten conocer una gran y muy importante cantidad de información acerca de cómo se comporta la gente cuando el proceso salud-enfermedad se desequilibra, cuáles son los fármacos que son consumidos con mayor frecuencia y cuáles son los patrones y modelos que regulan el actuar de los individuos. Este tema de la autoatención y automedicación es interesante. Creo que todas las personas, ya sea por el simple hecho de tomar un naproxeno o una aspirina para una cefalea, se han automedicado por lo menos una vez en su vida.
         La autoatención no sería tan preocupante si la gente tuviera una cultura de automedicación responsable en la cual,  saben seleccionar el fármaco más adecuado a su patología, conocen los efectos adversos del mismo y tienen, o se les proporciona información, sobre la posología correcta. Sin embargo, es muy difícil que esto ocurra, ya sean desde personas con profesión hasta con oficio; de adultos de la tercera edad hasta adultos jóvenes. Casi ninguno tiene información o no sabe cuáles son los requisitos que se deben reunir para llevar a cabo una automedicación responsable. Este desconocimiento los empuja hacia una automedicación basada en recomendaciones y/u opiniones de familiares, amigos, conocidos, etc.
        El problema no es sólo del individuo enfermo. Como una sociedad en la cual nadie está aislado, son muchos los factores que impulsan o empeoran la automedicación. Las farmacias, por ejemplo, venden medicamentos que no necesitan recetas como si fuesen dulces y no  indican al paciente la posología y efectos adversos del fármaco. Los medios de comunicación también juegan un papel importante. Son muchos los comerciales de fármacos que se anuncian en la tv que si bien, anuncian la efectividad un fármaco y a veces su posología, mayormente omiten apropósito mencionar los posibles efectos adversos. Y bueno, la misma familia o amigos que son los que dan las recomendaciones farmacológicas impulsando así de alguna manera esta acción. Esto de muestra que la automedicación y la autoatención, al igual que el proceso salud-enfermedad, son fenómenos sociales y culturales que duran toda la vida.
      En verdad es lamentable el hecho de que la automedicación y la autoatención sean las primeras respuestas por parte del individuo enfermo para tratar su padecimiento en nuestro país y a nivel mundial. Sólo en este estudio, el 96% de los encuestados aceptó haber consumido alguna vez medicamentos sin recomendación médica. Esto no sólo dificulta la labor del médico al atenuar o esconder algunos síntomas de la patología cuando el paciente, vencido, decide ir a consulta. Algunas veces los pacientes sufren sobredosis que pueden los pueden llevar a la muerte. Afortunadamente en México desde el 2010 las farmacias del país  ya no pueden vender antibióticos sin la presencia física de una recta médica.  Esto debido al  grave problema de salud pública en que se ha convertido la autoprescripción de antibióticos. El riesgo de no tomar el antibiótico adecuadamente,  representaba un serio problema de desarrollo de resistencia de algunas cepas bacterianas.  Fármacos cómo la aspirina que son de uso común se toman indiscriminadamente sin saber, la mayoría de los veces, las secuelas o efectos acumulativos de su administración excesiva.
      Los autores del estudio mencionaban que era esperanzador saber que la mayoría de los jóvenes consideraran a la automedicación como un fenómeno nocivo para la salud, ya que eso puede facilitar la penetración de campañas educativas sobre este tema y ofrecer una solución para el futuro.


 



LECTURA 3:  Aparato médico-sanitario y las actividades de autoatención.

La automedicación, una práctica de la autoatención, constituye en realidad el primer nivel de atención de todo el sistema de salud. No sólo en México, sino que también en muchos países del mundo. Existe mucha controversia respecto a este tema. Algunos médicos consideran que es una mala práctica debido a que la mayoría de los pacientes no tienen ni siquiera una idea de los efectos adversos que puede provocar la administración de fármacos. Además de que el individuo enfermo a menudo, tampoco conoce las contra indicaciones del fármaco ni su  posología, razón por la cual ha habido casos de sobredosis.
         Ahora veamos el panorama de atención médica; primero que nada el individuo sufre un desequilibrio del proceso salud- enfermedad, a continuación, tiene que decidir que hacer para lo cual tiene algunas opciones:  Puede no hacer nada y confiar en que la molestia desaparecerá en el transcurso del día;  también puede escoger autorecetarse y autoadministrarse un fármaco para lo cual es común que pida algún consejo a su red familiar y social inmediata (esta es la opción más común); o en última instancia  (o si las 2 opciones pasadas no dieron buenos resultados) puede decidir recibir atención médica adecuada con profesionales. Supongamos que escoge esta última opción. Ahora, no toda la gente puede darse el lujo de pagar una consulta en el sector privado, la mayoría de la población tiene que atenderse en el sector público. Esto conlleva muchos problemas para las personas; para comenzar, tienen que llegar temprano al hospital para poder alcanzar ficha, luego entonces, si lograron este primer paso,  tendrán que perseverar para soportar los tan prolongados tiempos de espera que son comunes. Todo este proceso conlleva horas, las cuales muchos no tienen el lujo de perder. Además, todavía están aquellos que no tienen servicios de atención médica cerca. A lo que voy, existen razones de muy diversos tipos por las cuales la gente no puede acudir a los centros de atención médica.  También se tiene que tener en cuenta que, si cada vez que una persona se enfermara no se automedicara y fuera siempre al hospital, la demanda hacia estos últimos sería mucho mayor, cuando hay problemas que no requieren necesariamente la atención de un médico. Recordemos que el cuerpo se cura sólo, algunas afecciones son transitorias y los profesionales de la salud únicamente somos facilitadores.
         Sin duda la autoatención es una necesidad de la sociedad y es una práctica que nunca será erradicada. La población siempre acudirá a la autoatención para dar una solución inmediata y provisoria o definitiva a las afecciones de la vida cotidiana que interfieren con sus actividades normales como el ser social que es. La solución a los problemas que conlleva su mala praxis sería, entonces, buscar maneras de educar a la población con el propósito de enseñarles a llevar una correcta práctica de automedicación en la cual, conocen los posibles efectos adversos del fármaco a administrar así como su posología correcta y contraindicaciones.
        Al igual que el proceso salud-enfermedad, la automedicación es una práctica dinámica, está en continuo cambio y nunca se mantiene estática. Esto es debido a los conocimientos y el saber que va adquiriendo el individuo así como también  a la experiencia de la población en cuanto la efectividad fármacos, la cual juzgan como buena o mala, dependiendo si los curó o no, respectivamente. El nivel de economía también entra en la selección de automedicación.  Siendo algunas veces, más no siempre, los fármacos más caros los que proporcionan mejores resultados. Esto último limitaría la efectividad que la automedicación pueda ofrecer a una persona de escasos recursos. 








ACTIVIDAD 3: efectuar una búsqueda avanzada en base de datos sobre:

  •           Prácticas médicas populares:

Para saber más, vete leyendo:





  • -          Medios de comunicación y automedicación:

Para saber más, vete leyendo:



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